La importancia del seguro de vivienda, sea propia o rentada

27 Mar, 2014 | Jaqueline Herrera | No Comments

La importancia del seguro de vivienda, sea propia o rentada

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En general, la cultura del seguro tiene un desarrollo limitado en México. A pesar de ser la economía número 15 en el mundo en términos de Producto Interno Bruto, nuestro país desciende más allá del lugar 60 si se trata de aseguramiento.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) solo 1.3 millones de hogares, equivalentes al 4.5% de las viviendas en el país, cuentan con un seguro contra daños.

Este porcentaje no considera las pólizas asociados a créditos hipotecarios que, como veremos más adelante, responden a intereses específicos de las instituciones financieras.

La Condusef deja claro que “esta situación pone en riesgo el patrimonio de muchas familias ya que México, por sus características climáticas, su topografía e hidrografía, es propenso a sufrir el embate de diversos fenómenos naturales.”

Renán Sánchez, broker y asesor patrimonial certificado por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, define al seguro de vivienda como una forma práctica y barata de proteger nuestro patrimonio, así como los daños que por, descuido o accidente, podamos ocasionar a terceros.

En México, existen al menos 26 empresas aseguradoras debidamente establecidas que ofrecen esta cobertura. Los términos de la contratación pueden ser muy variados pero lo ideal es contemplarlos en función de la circunstancia del inmueble y de los intereses particulares de sus habitantes.

¿De qué me protege un seguro de vivienda?

  • Daños ocasionados por causas naturales como: incendios, rayos, inundaciones, huracanes, terremotos y erupción volcánica.
  • Daños ocasionados por accidentes domésticos como: explosión e incendio.
  • Daños ocasionados por delincuencia como robo y asalto dentro y fuera del hogar.
  • Los bienes que están dentro de la vivienda. A diferencia de lo que muchos creen, para tener esta cobertura no es necesario tener y entregar facturas de todos los enseres o valores. Un inventario o un archivo fotográfico pueden servir de constancia.
  • Cobertura de Responsabilidad Civil. De esta protección depende la indemnización por daños y perjuicios no dolosos causados a terceros o a sus bienes, como por ejemplo una fuga de agua que inunda una vivienda contigua, un incendio que se extiende a otra casa. Incluso que nuestro perro muerda a un vecino o que la empleada doméstica provoque que uno de nuestros invitados se resbale.

Algunas aseguradoras cubren también daños causados por el asegurado por un evento fortuito durante un viaje en el extranjero. Alfredo Montoya, ejecutivo patrimonial de GMX Seguros afirma que la responsabilidad civil tiene que ver con “accidente, o acciones propias, de los familiares que viven con nosotros, empleados domésticos o mascotas que afecten a otras personas o a sus bienes”. GMX está especializada en la cobertura de responsabilidad civil. El seguro de casa habitación, junto con el de responsabilidad profesional son los productos con mayor movimiento en esta compañía.

  • En muchos casos, las compañías incluyen servicios de asistencia y reparación de plomería, cerrajería, instalaciones de gas y de luz, y reposición de cristales
  • Existen coberturas extendidas más específicas, entre ellas la remoción de escombros y gastos extraordinarios como podrían  ser el pago de la renta de otro inmueble o tarifa de hotel mientras nuestra vivienda esté en reparación; otras protecciones posteriores al siniestro como cambio de combinación de cerraduras, traslado en ambulancia y atención médica.

Otras coberturas consideran beneficios adicionales como el traslado de los menores con algún familiar en caso de que alguno de los padres resulte afectado y no pueda hacerse cargo de sus hijos, o el transporte hacia y desde el colegio.

Todo depende de los intereses, expectativas y posibilidades, así como de los principales riesgos para el contratante.

Si tu casa está hipotecada

Esta circunstancia es quizá la que genera mayor confusión entre los consumidores, porque los bancos y otras instituciones financieras incluyen un seguro de vivienda y ello hace pensar a los deudores que toda su propiedad está protegida. No es así del todo.

Estas entidades comúnmente aseguran los llamados saldos insolutos de los créditos; esto significa que la póliza sólo cubre el saldo vigente adeudado al momento del siniestro; y, por tanto las instituciones financieras sólo están protegiendo sus propios intereses. Ni el pago del enganche, ni el valor total de la vivienda, ni los bienes muebles están considerados en estos instrumentos.

Fernando Ramírez, agente de Rava Seguros explica que lo que los bancos protegen es la deuda. “Si se destruye la vivienda a la mitad del plazo, la aseguradora pagará al banco  únicamente el monto que adeuda el contratante; por tanto se recomienda aumentar la suma asegurada cada año o tomar otro seguro que cubra la diferencia entre la deuda y el valor de reposición del domicilio”.

Cuando rentas, también tienes que protegerte

Ser inquilino no cancela los riesgos ni la responsabilidad que enfrentarías en caso de un siniestro. Para un arrendatario, el seguro de vivienda no sólo es válido, sino que resulta igualmente conveniente.

De acuerdo con el broker Renán Sánchez, lo importante en este caso es detallar las coberturas aplicables. “Si no eres dueño o rentas, por supuesto que te conviene contratar un seguro para proteger tus contenidos y cubrir la responsabilidad civil que pudiera originarse por daños a terceros, entre los que puede incluirse el mismo dueño del inmueble”.

Para armar un paquete a la medida de tus necesidades y posibilidades:

1.     Investiga y solicita cotizaciones. La Condusef hizo un estudio sobre la calidad y transparencia de la información de las compañías que ofrecen el producto de seguro para casa habitación.

Las aseguradoras mejor calificadas fueron: AXA Seguros, GNP, HSBC Seguros, La Latinoamericana Seguros y Mapfre Tepeyac.

2.      Considera compañías conocidas y descarta las empresas no establecidas en México.

3.      Consulta los antecedentes comerciales de la compañía. Apóyate en instituciones como la Profeco y Condusef.

4.     Define tu situación particular, los principales riesgos en tu familia y comunidad. Las primas de estos seguros dependen del valor del inmueble, las coberturas incluidas y los riesgos considerados.

En viviendas de interés social hay seguros de hogar con primas anuales de $2,000 pesos.

5.       Pon atención en el deducible. Aunque la póliza sea económica, ten en cuenta la cantidad a pagar en caso de hacer una reclamación.

6.       Algunas compañías hacen descuentos en sus coberturas  si el asegurado cuenta con alarma o sistemas de seguridad.

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